El sospechoso acusado de disparar mortalmente a dos personas e herir de bala a otras cinco en la Universidad Estatal de Florida es hijo de una agente del sheriff local, dicen las autoridades, y pasó tiempo entrenando con las fuerzas del orden y formando parte del consejo asesor del sheriff en los años previos a su presunto ataque.
Cuando fue detenido, Phoenix Ikner, de 20 años, portaba una
pistola que solía ser el arma de servicio de la agente del sheriff Jessica
Ikner, según funcionarios y registros.
Una revisión de los registros judiciales muestra que Phoenix
Ikner tuvo una infancia tumultuosa con otra mujer, identificada en los
documentos como su madre biológica, acusada de sacarlo de EE.UU. en violación
de un acuerdo de custodia cuando tenía 10 años.
El sheriff Walter McNeil dijo a los periodistas que el
sospechoso estaba “inmerso en la familia de la oficina del sheriff del condado
de León y participó en varios programas de entrenamiento que tenemos, por lo
que no nos sorprende que haya tenido acceso a armas”.
Jessica Ikner ha trabajado en el departamento del sheriff
por más de 18 años, dijo McNeil, agregando que “su servicio a esta comunidad ha
sido excepcional”. No respondió a una solicitud de comentarios.
Phoenix Ikner fue miembro del Consejo Asesor Juvenil del
sheriff, que está diseñado para “proporcionar una línea de comunicación abierta
entre la juventud del condado de León y las fuerzas del orden locales”, según
un comunicado de prensa de 2021. McNeil lo describió como
un “miembro de larga trayectoria” del consejo.
En Instagram, una cuenta con el nombre y la foto de Ikner,
que fue eliminada después de que fue identificado públicamente, incluía una
cita bíblica en su perfil: “Eres mi garrote de guerra, mi arma de batalla;
contigo destrozo naciones, contigo destruyo reinos”.
Ikner está registrado como republicano, según los registros
de votantes de Florida. Fue citado en enero en un artículo de un periódico
estudiantil de la Universidad Estatal de Florida sobre las protestas en contra
de Trump previas a la toma de posesión del presidente.
“Estas personas suelen ser bastante entretenidas,
generalmente no por buenas razones”, declaró Ikner, quien fue descrito como
estudiante de Ciencias Políticas. “Creo que es un poco tarde, él (Trump) ya va
a tomar posesión el 20 de enero y no hay mucho que se pueda hacer a menos que
uno se rebele abiertamente, y no creo que nadie quiera eso”.
Pidieron a Ikner que abandonara un club político debido a
su comportamiento inquietante
Reid Seybold, estudiante de la FSU, declaró a CNN que
conocía a Ikner, ambos participaban de un club político extracurricular hace
unos años. Seybold explicó que se le pidió a Ikner que abandonara el grupo, que
discutía temas de actualidad, debido a su comportamiento que inquietaba a
otros.
“Había incomodado a tanta gente que algunos habían dejado de
asistir. Fue entonces cuando llegamos a un punto crítico con Phoenix y le
pedimos que se fuera”, declaró Seybold a Omar Jiménez de CNN este jueves.
Seybold afirmó que los comentarios de Ikner “trascendían el
conservadurismo”.
“Han pasado un par de años. No puedo citar las palabras
exactas”, afirmó. “Habló de los estragos del multiculturalismo y el comunismo y
de cómo están arruinando a Estados Unidos”.
CNN no ha verificado de forma independiente las afirmaciones
sobre las creencias del sospechoso. Las autoridades aún no han revelado ningún
motivo potencial detrás del tiroteo.
Los registros judiciales del condado de León muestran que la
madre biológica de Ikner fue acusada de llevarlo a Noruega cuando tenía 10
años, en violación de un acuerdo de custodia. Los documentos judiciales se
refieren al niño como Christian Eriksen, y dicen que él y su madre biológica
tienen nacionalidad estadounidense y noruega.
El sospechoso del tiroteo luego cambió su nombre de
Christian Eriksen a Phoenix Ikner, confirmó una fuente policial a CNN.
Según una declaración jurada de un detective de la oficina
del sheriff, su madre biológica le dijo a su padre que lo llevaría al sur de
Florida para las vacaciones de primavera en marzo de 2015. En cambio, “huyó del
país con él en violación de su acuerdo de custodia”, llevándolo a Noruega,
decía la declaración jurada.
La madre biológica del sospechoso no impugnó los cargos de
sacar a un menor del estado contra una orden judicial. Fue sentenciada a 200
días de cárcel, 170 de los cuales ya había cumplido, seguidos de dos años de
“control comunitario” y dos años de libertad condicional, de acuerdo con los
registros judiciales. Se le ordenó no tener contacto durante su condena con
Christian ni con ninguno de sus profesores, médicos o consejeros, a menos que
lo permitiera un tribunal.
Más tarde intentó anular su declaración, diciendo que la
había hecho bajo coacción, y fue denegada.
No está claro si la madre biológica del sospechoso ha tenido
contacto con él en la última década, y no respondió a las solicitudes de
comentarios. Pero justo después del tiroteo, publicó en Facebook quejándose de
que el padre de su hijo no había respondido cuando escribió “para preguntar si
todo está bien con mi hijo, que estudia en la Universidad Estatal de Florida”.
Los miembros de la comunidad dijeron que aún les costaba
conciliar los vínculos de Phoenix Ikner con la fuerzas policial con su presunto
ataque.
Kenniyah Houston, miembro del consejo juvenil del sheriff,
dijo a CNN que estaba sorprendida al enterarse de que el presunto atacante
había servido junto a ella. No recordaba personalmente a Ikner, pero dijo que
este consejo asesor estaba enfocado en mejorar la comunidad y mejorar las
fuerzas del orden, por lo que sus acciones fueron especialmente impactantes.
“De eso se trataba todo: tomar mejores decisiones”, dijo.
“Que algo así suceda de alguien en un grupo como ese es aterrador… es
devastador”.